Con un esmerado, arduo, prolongado y puntilloso trabajo finalizó la restauración del retrato de Rafael Cullen, un coloso en la historia Club, presidente entre 1909 hasta su muerte en 1927 (con un breve intervalo), impulsor de las obra edilicias que le dan la actual fisonomía al Club y motor del admirable equipo de rugby que logró 13 campeonatos consecutivos.

Los trabajos, realizados por las restauradoras Mariana Armelin de Campbell y Alejandra Rinaldini, consistieron en la limpieza de suciedad superficial y de acreciones,

la colocación de pequeñas masillas en faltantes de pintura y una compleja puesta en valor del marco que estaba muy deteriorado.

Un justo reconocimiento a este médico que dio tanto por el Club. Hoy su imagen se luce en el salón que lleva su nombre.