Un gran trabajo de puesta en valor del retrato de Victoria Aguirre realizaron las restauradoras Mariana Armelín y Alejandra Rinaldini, las mismas que dejaron a nuevo la figura de Rafael Cullen.

Ambas piezas están ubicadas en los salones principales del Club.

El último trabajo consistió en una dedicada restauración de este óleo sobre tela con la figura de Victoria, hija de Manuel Aguirre, quien continuando el legado de su padre en 1932 cedió por escritura pública la propiedad del terreno familiar al CASI.

Gracias a este acto de generosidad, primero de Manuel Aguirre en préstamo y luego de Victoria, cediendo la propiedad del terreno, el sueño de los fundadores del Club de tener la sede propia se hacía realidad.